La corrosión es un problema inherente a los metales, que provoca que estos se deterioren con el tiempo. Al entrar en contacto con agentes ambientales, como el agua, el polvo y la humedad, se genera una reacción electroquímica que transforma los minerales en óxido, dando paso a la aparición de manchas y picaduras. Para proteger el acero de este problema, por varios años se ha utilizado el proceso de galvanizado, del cual hablaremos a continuación.
¿Cómo funciona la galvanización?
El uso del galvanizado tiene por objetivo evitar la corrosión que la humedad y la contaminación ambiental pueden ocasionar sobre el hierro, componente principal del acero. En este proceso, las piezas son cubiertas con metal para galvanizar — zinc— dándoles mayor dureza y resistencia a la abrasión. El zinc entrega protección catódica al acero al compensar su pérdida de electrones cuando este entra en contacto con el ambiente, evitando así que se produzca la oxidación.
Ventajas del acero galvanizado
Mayor duración
El acero galvanizado tiene una vida útil más extensa que una pieza sin recubrir, la cual varía según el espesor de las capas. Se estima que en el ambiente urbano puede durar de 40 a 100 años, mientras que en uso de tipo industrial de 20 a 40 años, razón por la que es un material que muchas veces es empleado para la construcción de puentes, muelles y carreteras.
Versatilidad y estética
El galvanizado se puede aplicar en un gran número de piezas. Funciona en láminas, tuercas, tuberías, cables, alambre, varillas y más. Asimismo, entrega un acabado brillante e iluminado, siendo una excelente opción decorativa.
Excelente relación costo-beneficio
Si bien, se tiene que realizar una inversión considerable al inicio, su elevada duración reduce gastos futuros. Además, ya no requiere ningún tipo de mantenimiento o reparación, debido a su gran resistencia, por lo que las pérdidas monetarias a causa de estos factores se reducen.
Tipos de Galvanizado
En calienteEl acero es sumergido en zinc a una temperatura de 435 a 450 °C para que ambos metales se fundan y se genere una buena adherencia de recubrimiento. Durante el proceso, se irán creando varias capas de aleación hasta obtener el grueso óptimo. Dado su nivel de fusión, entrega una mayor dureza y resistencia ante los agentes externos, siendo ideal para su uso a la intemperie.
En frío
El acero galvanizado en frío se logra aplicando pinturas ricas en zinc por medio de brochas o pistolas. Generalmente es utilizado para hacer reparaciones por cortes o quemaduras, aunque también se emplea para proteger algunas piezas de acero. Cabe destacar que la capa que produce es más delgada, por lo que su resistencia ante golpes y abrasión es menor, y su durabilidad más corta.
Zincado o electrozincado
Entre los tipos de galvanizado, el zincado reviste de zinc el acero por medio de la transferencia de iones metálicos. Para ello, se utiliza un equipo especial que permite el flujo de corriente continuo para crear la capa galvanizada. Es de mucho más baja protección que los anteriores, por lo que su uso es más estético siendo perfecto para exteriores e interiores. APASSA entrega las mejores características para un recubrimiento reforzado Genera una protección a la corrosión 7.5 veces mayor que el galvanizado tradicional y tiene un bello acabado. Su capa evita que el acero entre en contacto con el aire y la humedad y se oxide antes que el hierro, ofreciendo una protección Catódica activa, por lo que retarda los procesos de corrosión y aumenta su durabilidad.
La elección de un buen proveedor y excelentes materiales puede hacer la diferencia en los costos de construcción a largo plazo con estructuras mucho más resistentes y con una menor necesidad de mantenimiento. En APASSA tenemos la tecnología que necesitas.