De acuerdo con la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción, “el sector de la construcción en México puede convertirse en la vacuna que se requiere para salir de la crisis económica generada por la crisis sanitaria”.
Y es que esta industria, que aporta casi el 8% del PIB nacional, y que se ha visto en pausa durante la mayor parte del 2020, ahora ha comenzado a resurgir, junto con la necesidad de crear espacios más amigables con el medio ambiente a través de la construcción sustentable.
¿Qué es la construcción sustentable?
Llamada también construcción sostenible, se trata de obras que en su planificación, diseño y construcción, han sido optimizadas para aprovechar recursos naturales y depender menos de recursos no renovables, de modo que ocasionen un menor impacto en el medio ambiente.
Para ser considerada construcción sustentable, la obra debe contar con características como:
- Contar con un diseño agradable, que sea una construcción verde, que no altere la visualización del entorno ni desentone con el ecosistema.
- Favorecer el uso de nuevas energías y reutilización de recursos como agua reciclada, ahorro energético o energía solar.
- Aumentar la calidad de vida con ventilación, sensación térmica o acústica adecuadas, y que sea inclusivo, aporte bienestar físico y salud mental.
- Emplear materiales amigables, reciclados, no tóxicos, locales y que no generen contaminación.
Incentivos para fomentar la construcción sostenible
El concepto de sostenibilidad ha ido ganando peso a nivel mundial en las últimas décadas, dando lugar a acuerdos como la Agenda 2030 desarrollada por la ONU, o el Acuerdo de París en 2015, y la intención de ello han sido despertar la responsabilidad colectiva.
En consecuencia, en México existen incentivos fiscales y certificaciones para fomentar la construcción de casas sustentables y ecológicas, como los siguientes:
- Reducción del impuesto predial en la construcción verde: se otorga una reducción del 25% a inmuebles de uso habitacional de la Ciudad de México, que cuenten con una tercera parte de la superficie del predio destinada a áreas verdes (personas físicas), y un 10% de beneficio fiscal a inmuebles de uso habitacional donde exista una azotea verde.
- Reducción en derechos por suministro de agua: es una reducción de hasta el 20% en inmuebles de uso habitacional o casas sustentables y ecológicas, que acrediten un ahorro del 20% en agua y/o energía empleando paneles fotovoltaicos, calentadores solares y sistemas de captación de agua pluvial.
De la misma forma, hay certificaciones que se dan a una construcción verde. Específicamente, la certificación EDGE de Excelencia en Diseño para Mayores Eficiencias, que es una herramienta de evaluación y solución implementada en la fase inicial del diseño, para medir la viabilidad financiera en proyectos de construcción sustentable.
A través de una alianza con EDGE, la Cámara Nacional de la Industria del Desarrollo y Promoción de Vivienda certificará a las constructoras que ayuden en la construcción de viviendas sostenibles asequibles. Y para obtener la certificación EDGE se debe ahorrar al menos uno de los tres rublos que solicitan: 20% en consumo de agua, 20% en energía y 20% en energía incorporada en los materiales.
Asimismo, está la certificación LEED, que se otorga a edificios que cumplan con estándares de ecoeficiencia y sustentabilidad. En México existen edificios con esta certificación, entre los que se encuentran la Torre Bancomer y la Torre Virreyes.